Faruk y los 40 mafiosos
Érase una vez un chico que
se llamaba Faruk. Faruk era africano y desembreó en Italia cuando tenía
diecisiete años. Después de tres meses Faruk estaba desesperado por que no
encontraba trabajo, pero por fortuna un jefe mafioso, líder de un grupo de
cuarenta compañeros, le encargó hacer la limpieza en su villa muy grande. Pasan
dos años en los que Faruk tenía que escuchar los planes terribles que su patrón
hacía. Un día mientras Faruk hacía la limpieza en la habitación del jefe se
puso bajo la cama para limpiar bien y escucho al jefe que entró a la alcoba. El
jefe no lo vio y creyó estar solo, de repente el dijo i Ábrete Sésamo! Y su
armario se movió, un cuarto escondido apareció atrás. Cuando el jefe salió,
Faruk dijo la clave de acceso y entro al cuarto. El cuarto estaba lleno de
dinero, billetes y varios objetos preciosos y Faruk se quedó con la boca
abierta. Él dijo otra vez i Ábrete Sésamo! Desde el interior y logró salir.
Faruk no quería robar nada, pero su hermano más grande tenía problemas de
dinero y su novia estaba enferma, entonces decidió contárselo a su hermano. Un día
en el que Faruk estaba lejos de cosa con el jefe y los “cuarenta ladrones”,
Sahid, el hermano de Faruk, entró a la villa, y logró abrir la puerta secreta. Embolsó
todo lo que pudo, para por la prisa y el modo olvidó la clave de acceso y se quedó
adentro.
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